¿Inclusión o exclusión?

miércoles, 16 de junio de 2010

Por: Isabel Rey
Directora del programa para sordos "Señales"

Estoy a favor de la inclusión, pero no de la forma que se esta implementando, los niños sordos necesitan que la política de inclusión cuente con los medios apropiados para lograr entender las clases que el profesor esta dictando y de esa manera tener acceso a una educación de calidad con igualdad y equidad.

Necesitaríamos retroceder en el tiempo para poder comprender como esta la educación de los niños sordos en nuestro país. Inicialmente los niños sordos se encontraban estudiando en Centros Educativos Especiales donde son ubicados de acuerdo a sus conocimientos cabe decir que si un niño entraba a la escuela a los 5 años lo ubicaban en el nivel inicial, en este inicial podía pasar de 4 a 5 años dependiendo del colegio donde asistía, ¿se imaginan?

El niño pasaba a primer grado a los 9 ó 10 años luego ingresaba a un nivel primario, si tenía éxito terminaba primaría a los 14 ó 15 años la mayoría de estos chicos sin saber leer ni escribir. Cabría la pregunta, pasar 11 años en la escuela sin aprender a leer ni escribir ¿Quién fallo el niño o el sistema?

El enfoque es este sistema fue médico, había que rehabilitar al niño sordo, basados en un sistema oral (los niños tienen que aprender hablar porque vivimos en un mundo donde la mayoría de las personas hablan), pero no todos los niños sordos logran desarrollar el habla, si fuera así habría que preguntarle al Centro Educativo Fernando Wiese de la Asociación CPAL ¿Por qué toma un examen de ingreso?

Añadido a esto el nivel educativo de estos niños no era el mismo que un colegio de educación regular, adaptaban la currícula bajándoles el nivel de aprendizaje, difícilmente podían seguir estudios secundarios y mucho menos la universidad. Muchas de las profesoras no dominaban la lengua de señas, otro gran obstáculo para que los niños pudieran aprender.

Si vemos los casos de sordos que son profesionales, son aquellos que hablan (sordos post locutivos, personas que perdieron la audición a los 7, 8 o 9 años) Acaso, ¿Los sordos que no hablan no tiene derecho a continuar sus estudios?

En el año 2003 se inicia el proceso de la inclusión, las escuelas especiales empiezan a reubicar a los niños de acuerdo a sus edades cronológicas para poder ser incluidos, quiere decir que si un niños sordo tenia 9 años y estaba estudiando 1er grado pasaba a 3er o 4to grado perdiéndose información de los grados que saltaba, con el fin de incluirlos en la escuela regular, cabe la pregunta: ¿Encima que les bajan el nivel, los cambian de grados perdiendo la poca información que recibían?

Los niños empiezan a ser incluidos bajo estos antecedentes sin los apoyos necesarios para su inclusión y crea en ellos, frustración, impotencia y empiezan a desertar. La política educativa crea los equipos SAANEE (Servicio de atención a la diversidad a las necesidades educativas especiales) son equipos que monitorean a los niños incluidos que dan apoyo a la profesora de educación regular y al niño de acuerdo a sus necesidades, apoyo que se da una vez a la semana, por horas no de forma permanente durante el día.

Una política e inclusión que no ve al sordo como persona que pertenece a una comunidad lingüística, que esta equipado para aprender un idioma visual, la lengua de señas, que tiene una identidad y cultura. Que necesita aprender su primer idioma para poder acceder al aprendizaje de un segundo idioma, como el español que se utiliza en nuestro país.

Él lo puede aprender de forma escrita si es que no puede hablarlo y necesita dentro de las aulas a un intérprete de lengua de señas para que pueda recibir toda la información que necesita para poder aprender y acceder a una educación como lo recibimos nosotros.

Cuando se comprenda esto entonces estaremos hablando de inclusión sino se da esto los niños sordos continuaran excluidos, sin oportunidades de desarrollarse y alcanzar un mejor nivel de vida.

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